ETA EN LAS INSTITUCIONES
La decisión del Tribunal Constitucional (seis votos a favor, cinco en contra) de anular la Sentencia del Tribunal Supremo (última instancia judicial) por la que la agrupación BILDU, heredera de BATASUNA y, por tanto, parte integrante de ETA, es reintegrada al circuito de la legalidad, está levantando ampollas dejando heridas que ya jamás cicatrizarán.
El Tribunal Constitucional que, contra lo que su nombre indica, no es un tribunal, en el sentido jurídico de la palabra, pues en su composición no sólo hay jueces y magistrados sino catedráticos o expertos en derecho con "reconocido prestigio" y que está actuando contra la propia Constitución desde hace ya demasiado tiempo, ha logrado, con esta última decisión, alcanzar cotas de desprestigio difícilmente alcanzables por ninguna otra institución del Estado.
Resulta increíble que una entidad nacida para defender a la ciudadanía y velar por las libertades y los derechos se pronuncie, mayoritariamente, contra ellos y a favor del terror.
No es casualidad que los seis votos que permiten a ETA comparecer en los Ayuntamientos y gestionar más de 200 millones de euros para su utilización contra España y los españoles procedan, todos, del PSOE, de los vocales propuestos y electos por el Partido Socialista.
No es casualidad que la politización del TC concluya con una decisión de Rodríguez Zapatero que servirá para escarnecer a las victimas del terrorismo y dar una vuelta de tuerca al camino hacia la independencia del País Vasco e, inclusive, de Navarra.
La última ocurrencia del peor presidente de la Historia de España, que consiguió enfrentar a media España contra la otra media.
Pascual Sala, valenciano, Eugenio Gay, Elisa Pérez, Luis Ignacio Ortega, Pablo Pérez y Adela Asúa tienen sobre su conciencia el baldón y ludibrio de permitir que ETA esté en las instituciones.
Y, además, que desde el día 5 de mayo que también ETA se haya asentado en el Tribunal Constitucional como cooperador necesario.
Dicho sea en términos de estricta defensa y sin ánimo de injuriar.
¿Podrá haber aún alguien con dignidad que vote al PSOE en estas y sucesivas elecciones?.
Me cuesta creerlo.
Fermín Palacios