UNA PROPOSICIóN DECENTE
Nunca la suma de las partes puede ser superior al todo. Es una regla matemática que, inmutable, se erige casi en derecho natural. El parlamento español, que nos representa a todos, lo integran- en el Congreso de los Diputados- 350 representantes.
El Estado de las Autonomías fraccionó el territorio en diez y siete Autonomías con parlamentos propios, lo que está muy bien.
En un estado de necesidad (que prevalece sobre el de bienestar, al que nos hemos acostumbrado) hay que hacer de ésta (de la necesidad) virtud. Con base en los recortes inevitables que la situación requiere se plantean reducciones en los parlamentos autonómicos y ahorros en las instituciones. Cura de adelgazamiento.
Eso también está muy bien.
Hay quien, caso nuestro en la Comunidad Valenciana, patrocina una reducción de 99 a 79 representantes parlamentarios. A mí me parece mal por insuficiente.
A alguna política le parece "fascista" por si ella se quedara fuera y perdiera el "momio" a que está aferrada ("a-ferraz-ada" dirían los del PSOE).
Yo creo que si dividimos 350 (el todo) por 17 (las partes) 21 diputados son más que suficiente para trabajar en cada autonomía.
Y, eso sí, se supone que los políticos, los diputados, son personas capaces y responsables. Por tanto sobran "asesores" y amiguetes "amorrados al piló". Todos fuera. Y el político que no sea autosuficiente más afuera todavía.
Otra cuestión son los sueldos, retribuciones, dietas o similares. El SMI está en 640 euros, números redondos. Ningún parlamentario autonómico -de los 21 que propongo- debe cobrar más de 4 salarios mínimos brutos al mes. Morera tendrá que envainarse la declaración de renta que exhibe de manera desinhibida y sin rubor.
Los seis millones de desempleados, setecientos mil en la Comunidad, se sentirán mínimamente reconfortados al saber que el sueldo de los políticos no es de vergüenza ajena por una actividad que hoy merece el rechazo de una importantísima parte de la ciudadanía y que los ha instalado (hace ya varios años) en el tercer problema del país según los datos del C.I.S.
En resumen: 21 diputados por Autonomía, desaparición de asesores y salario de 2.680 € brutos mensuales.
Como los políticos no son futbolistas de élite los impuestos deben correr de cuenta de los interesados como cualquier trabajador sea del sector público o del privado.
Sería una contribución importante a los recortes que la situación exige; una dignificación de la condición de político representativo (estarían los mejores y más capaces) y una mejora del aprecio de la ciudadanía sobre una casta venida a menos.
La propuesta podría revisarse al alza si vinieran tiempos mejores.
O no.
Fermín Palacios Cortés
Secretario general S.I.