COLLARES PARA LA MONCLOA
Tras el V Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en Valencia, que culminó con la presencia de Su Santidad Benedicto XVI y donde han participado más de millón y medio de peregrinos, se han podido constatar varias circunstancias.
En primer lugar: que las familias, la Iglesia y las gentes de buena voluntad van por un lado y la Moncloa por otro. Con collares.
En segundo lugar: que la Comunidad Valenciana es algo distinto, distante, ajeno y lejano para ZP, instalado permanentemente en poner palos en nuestro engranaje, con una obsesión enfermiza contra todo lo que huela a progreso, avance y futuro. Zapatero no tiene más que dos obsesiones y las dos son familiares: su abuelo y su suegra.
He participado como ponente en el Congreso de los Hijos y he tenido la oportunidad de compartir con centenares de jóvenes el tema “El joven cristiano en el compromiso social y político”: comprometerse con la Verdad.
La cita que hice de “Escrito en España” (Dionisio Ridruejo), de mayo de 1961, no era baladí: “Puede cancelarse el compromiso con unas ideas cuando se reconoce que no sirven y con un partido cuando se le considera corrompido o averiado. Pero el compromiso del hombre civil con su comunidad no se cancela nunca….”
El Cardenal William Joseph Levada, Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, ha dado en el clavo cuando reclama para cuantos tenemos conciencia del bien y del mal la desobediencia civil ante las leyes injustas.
El Gobierno Zapatero, desde su entronización, gracias al trabajo conjunto de ETA, Al Qaida y, por los datos que cada día se descubren de manera alarmante, las cloacas de algunas fuerzas de inseguridad, es un gobierno ilegal, ilícito e inmoral.
Las leyes dictadas contra la familia, contra la religión mayoritaria de los ciudadanos españoles, contra los valencianos y contra nuestro futuro no pueden tener otra respuesta que la desobediencia civil.
Ello sin hablar de la sistemática vulneración de la Ley de Partidos a manos del Ministerio de Miedo (el Fiscal) y su colaboración con banda armada.
ZP no es mi Presidente.
Fermín Palacios Cortés