DELINCUENTES EN MONCLOA
Los tiempos, felizmente, están cambiando y no es sólo Bob Dylan quien lo constata. Los españoles -día a día- y los acontecimientos, vienen corroborándolo.
No hay mal que cien años dure. Así es. El 11-M no podía dejarnos, como legado, un Gobierno ilegal, ilegitimo e inmoral que quedara instaurado de por vida. No debemos olvidar que el PSOE, partido golpista, se alzó en armas contra la Republica legitima, en 1934. Y aún no ha pedido perdón.
Los hechos posteriores a las mochilas de Atocha van confirmando las tesis de la conspiración contra el PP y la implicación de tramas que desde los sumideros de las fuerzas del desorden y la corrupción intentaron –y lo consiguieron- cambiar el orden legal establecido.
La negativa a dar a conocer los hechos, las implicaciones, los apoyos y los contactos; la salida de Vera por la puerta de atrás de su confinamiento carcelario a cambio de no dar a la prensa los documentos depositados en Madrid ante notario; los comportamientos vergonzantes y vergonzosos del Ministerio Fiscal; las alas dadas a los terroristas; el aire insuflado a Batasuna hace de este Gobierno un Gobierno “impuro”.
Se lo demandaremos. El Art. 571 del Código Penal está siendo permanentemente perpetrado sin que la Autoridad, gubernamental por supuesto, haga nada por evitarlo.
Sería deseable que la Moncloa volviera al Estado de Derecho y tomara en sus manos la bandera de la Ley y el Orden. “Que por mayo era, por mayo, cuando los grandes calores…”.
Fermín Palacios