“PANEM ET CIRCENSES”
Juvenal se dirigía con tremenda amargura a los romanos ya que sólo dos eran las causas de preocupación para la “canalla”: que se les garantizara las mínimas necesidades vitales y que se les mantuviera entretenidos.
Ha habido partidos políticos que no han hecho –a lo largo de su historia- ningún caso al tema circense: a la diversión. El deporte para ellos era una forma de alienación. Opio para el pueblo. Papá Marx así lo tenía dicho y, si lo había dicho, era un hecho.
Los socialistas navegaron muchísimos años a contracorriente del pueblo y de la Historia. Evitando el circo y oponiéndose al deporte. Era difícil (salvemos al “pérfido” Rubalcaba y otros dos más) encontrar un deportista de izquierdas.
Pero cuando los ayuntamientos se democratizaron y se realizó la Laica Alianza (PSOE-PCE) vino la larga carrera en la construcción de polideportivos, gimnasios, campos y centros donde algo tuviera que ver el cemento, el ladrillo y los corretajes de más (menos) el tres por ciento.
Pero, eso sí, cuando no hay corretajes no hay campos de fútbol: Rubio se equivoca cuando confunde el azul y rojo (el suyo es del Levante y el de su jefe del Barcelona) con el odio a lo blanco. Los valencianos queremos Estadio y un partido político no lo va a impedir sólo porque sus condiciones no se realicen. La afición valencianista, que ya tiene pan, quiere también un buen circo. El Máximo.
Fermín Palacios Cortés