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La Ley 1/2014, de 28 de febrero y el Real Decreto Ley 3/ 2014, de la misma fecha han completado la "Reforma Laboral Rajoy" que, desde 2012 sobre todo, viene asolando -en opinión de unos- o completando -según otros- la modernidad laboral.

Sea lo que sea y se adopte una u otra posición lo bien cierto es que la medida contemplada en el Real Decreto-Ley responde a las necesidades del momento y, en todo caso, debe ser bienvenida por su oportunidad.

La denominada "cuota lineal de los cien euros" es una medida inteligente y hasta sorprendente. En todo caso, útil.

Los millones de desempleados denunciados por la última "encuesta de población activa" publicada verán con buenos ojos "las medidas urgentes para el fomento del empleo y la contratación indefinida", que como es usual, llevan fecha de viernes, se publica en el BOE el sábado y entra en vigor el domingo.

¡Sólo faltaba que hubiera aparecido en el mes de agosto para cumplir el requisito de "agosticidad" que señalan algunas medidas controvertidas!

En cuanto al meollo del asunto habrá que esperar -no demasiado- a los efectos de la norma. La reducción a 100 € (ó 75 ó 50 según tipo de jornada laboral) del costo de seguridad social, independientemente del salario cobrado por el contratado, será un excelente acicate para la contratación duradera y de calidad como desde hace años venían reclamando los agentes sociales sindicales.

Que cueste lo mismo (durante dos años consecutivos) la seguridad social de un trabajador especialista o no cualificado o de un administrativo o un técnico va por el buen camino para incorporar al circuito laboral, con contrato indefinido, un número importante de desempleados sea cual sea su cualificación personal. Evitará muchas inmigraciones y perdida de masa gris tan criticadas en este momento.

Pero es que, además, fortalecerá la medida no ya el mantenimiento del empleo, que también, sino la creación del nuevo.

La inclusión -como condición "sine qua non"- de no haber extinguido contratos a partir del 25 de febrero ni poder hacerlo durante al menos tres años el empleo indefinido y el propio promedio de empleo es una idea acertada y absolutamente provechosa para la plantilla de empleados de la empresa que se beneficia de las reducciones en las cuotas de la Seguridad Social.

Tras el saneamiento del sistema del sistema financiero exigido por Bruselas era ya hora del saneamiento del sistema laboral y de aplicarse a la creación de empleo.

No sirve que los detractores de la norma aboguen ahora por el endeudamiento y por el gasto público cuando hasta el día 28 eran partidarios de dedicarse a la reducción del paro.

Algunos en plan catastrofista auguran la quiebra del sistema de Seguridad Social y de que tendremos que recurrir al Fondo de Reserva sin tener en cuenta que la quiebra llegará si seguimos con 5.896.300 personas en el paro y pagando miles de millones por las prestaciones de desempleo.

El modelo es incorporar el mayor número posible de trabajadores a la actividad laboral y rebajar sustancialmente el costo del desempleo.

La creación de puestos de trabajo es fundamental para que el motor de la economía empiece a crear frutos. La reducción de los costes de Seguridad Social y otros asociados es fundamental. Esta norma es un apunte.

Y esta medida -ya era hora- es el comienzo del fin de la crisis.

Así, sí.

Fermín Palacios Cortés

Secretario general SI