CON AGOSTICIDAD Y ALEVOSÍA
Llevamos ya un largo periodo de años en que se legisla a golpe de "decreto-ley". Comenzó Zapatero y siguió Rajoy. La urgencia llenó todo. Las justificaciones después.
Para colmo de males, la legislación aparece en momentos extraños. La mayoría de las últimas modificaciones en temas laborales se han dictado en viernes, publicadas en sábado y entrada en vigor domingo. Con ocultismo de fin de semana.
Ocurrió con las modificaciones del 12 de febrero de 2012 refrendadas el 6 de julio del mismo año.
Para no romper la tradición, el sábado 3 de agosto se publica otro Real decreto-ley, esta vez el 11/2013, del día anterior, con el título "Para la protección de los trabajadores a tiempo parcial y otras medidas urgentes en el orden económico y social" entró en vigor el domingo.
Se trata de una "norma-engendro" ya que contiene regulación del sector ferroviario, seguridad social, desempleo, sector bancario, Estatuto de los Trabajadores, Ley Concursal, Ley de Jurisdicción Social e incluso modificaciones del Real Decreto Ley 8/2013, de 28 de junio con un solo mes de existencia referente a la morosidad en las administraciones públicas y apoyo a las entidades locales con problemas financieros.
Este sistema de legislar refleja únicamente la provisionalidad y la ocurrencia. También el mar de dudas en que está sumido nuestro gobierno.
Se legisla en plan laboratorio sin saber los efectos ni calcular los resultados. Pura experimentación, como si fuéramos cobayas todos los ciudadanos.
El mismo día, el mismo boletín (nº185/13) se publica también la Resolución de 23 de julio de la Subsecretaria del Ministerio de Empleo y Seguridad Social convocando las subvenciones a las agrupaciones sindicales en proporción a su representatividad con una reducción de las mismas en relación a las del año anterior.
No estaría de más que se aprovecharan los meses de enero a julio y de septiembre a diciembre para que las Cortes trabajen para que el Gobierno tenga clara su política a desarrollar y para que el mes de agosto, en todo caso, se dedique a veranear.
El BOE, como los medios escritos de comunicación, debería adelgazar sus páginas y sosegar su ímpetu. Algunos lo agradeceríamos.
No es de recibo que nuestros políticos vagueen once meses al año y pretendan en un mes, con agosticidad y alevosía, recuperar el tiempo perdido.
Fermín Palacios Cortés
Secretario General Sindicato Independiente C.V