CORRUPCIÓN GENERALIZADA
La Agencia Valenciana de Salud (antiguo Servicio Valenciano de Salud) se estructura en 21 Departamentos equivalentes a las veinte áreas anteriores.
El pasado día 20 realizó elecciones sindicales en diecinueve Departamentos y, como estaba previsto, el CEMSATSE alcanzó el mayor número de representantes obteniendo la condición de sindicatos más representativos, además del sindicato de médicos y ayudantes técnicos sanitarios, CCOO, UGT y CSI-CSIF.
Aparentemente nada que objetar. Sin embargo el mismo día 20 se hace público por un diario con páginas dedicadas a la Comunidad que el 28 de julio se firmó un Pacto Clandestino (clan = a escondidas) entre la Consellería de Sanidad (a través del Director General de Recursos Humanos) y los sindicatos antes mencionados.
¡Y, ahí se arma la de San Amaro!
El Pacto ofrece a cada uno de los cuatro sindicatos (que a la postre ganan las elecciones) 88 liberados para realizar, a lo largo de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, la preparación de las elecciones sindicales. A cambio: punto en boca y compromiso de no impugnar procesos, garantizando la paz laboral.
Para cubrir las apariencias y tapar lo tapado el Diario de la Generalitat publica el 18 de octubre la “Orden de 25 de septiembre, de la Consellería de Sanidad, por la que se fijan criterios y se establecen las normas que han de regular el proceso de elecciones a órganos de representación del personal al servicio de la Agencia Valenciana de la Salud y las Instituciones Sanitarias dependientes de la Consellería de Sanidad.”
En dicha Orden, al margen de los Acuerdos Clandestinos, y en su Artículo 6, se conceden otros 12 liberados más para los cuatro promotores electorales desde la fecha de constitución de Mesa hasta la finalización del proceso con extensión a la resolución de posibles impugnaciones.
Total: 100 liberados, por el morro.
Es preciso aquilatar el fraude y la corrupción político-sindical que el hecho enmascara.
88 liberados a tiempo completo y durante cuatro meses a un salario medio de 1803 € por empleado (entre médicos, ats, auxiliares de clínica, celadores y administrativos anda el juego) equivalen a 634.670€. Los otros 12 son más baratos ya que sólo importa un total de 32.455 € por el mes y medio de vacaciones al servicio de la “cosa sindical”. La nadería se eleva a 667.125 € o, traducido en pesetas, para una mejor comprensión del lenguaje, 111 millones.
¡Una pasta!
Lógicamente el resto de los sindicatos han puesto el grito en el cielo ante tamaño desacato. La Consellería de Sanidad, juez y parte, ha decidido de antemano, quiénes serán sus interlocutores (los mismos que ayer) durante los próximos cuatro años.
Bien es verdad que el Sindicato Independiente C.V., conciencia viva de la ética sindical, ha decidido empeñarse en una cruzada personal contra la corrupción.
Ha impugando 19 procesos electorales llevados a cabo en otros tantos Departamentos y ha presentado una demanda ante la Sala de lo Social en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana reclamando el cese de la vulneración de la libertad sindical, la nulidad de los procesos electorales realizados en clara postergación de unos sindicatos en beneficio de otros, una indemnización de más de 200.000 euros y costas judiciales contra los que ha infringido palmariamente la legislación.
¡Y menos mal que estamos en un estado de Derecho! ¿O, tampoco?
Fermín Palacios Cortés