194 ASESINADOS
Corría el año 1983. Yo vivía por entonces en Benimaclet, en la calle San Columbano, y la arteria que llevaba de Valencia hacía Alboraya –Emilio Baró- era de doble dirección.
Viniendo a la ciudad a lomos de mi “Kawasaki kz 400” me encontré de repente con un taxista que saltándose la raya continua y en sentido contrario giró sobre sí mismo e invadió mi carril abalanzándose sobre mí.
Creo que soy un buen conductor de moto y gracias a ello conseguí frenar y tirarme al suelo sin tocar siquiera el vehículo del taxista.
Mis daños fueron cuantiosos ya que doblé el tren delantero, rompí el faro, tuve que cambiar el manillar además de intermitentes y otras piezas menores: 150.000 Ptas. de las de entonces.
En el juicio la juzgadora condenó al del taxi con una sentencia que quedó grabada en lo sucesivo: “La causa de la causa es causa del mal causado”. No le sirvió para nada decir que ni siquiera me había rozado.
Zapatero se ha apartado de la ruta, ha vulnerado el Pacto Antiterrorista y por las Libertades y, por si fuera poco, ha dado la mano, la ha estrechado, a los terroristas lo que es algo más que un roce.
No puede aducirse que el atentado de Barajas sea sólo de ETA. Hay un cooperador necesario que ha facilitado el rearme y la acumulación de nitroglicerina, nitroglicol y nitrato amónico.
¡Y Plá aún no ha dicho que “rompe” con ETA!.
Fermín Palacios Cortés