A DOS VELAS: SIGUE LA CORRUPCIÓN
El pasado 20 de diciembre se celebraron las elecciones sindicales en 20 Departamentos del Servicio Valenciano de Salud, dependientes de la Consellería de Sanidad.
Otros dos Departamentos –el nº 09 y el 21- celebrarán las mismas en noviembre de este año y en abril del que viene, respectivamente, ya que tuvieron lugar las anteriores fuera del proceso ordinario como consecuencia de impugnaciones.
CEMSATSE obtuvo la mayoría con 108 representantes; UGT, segunda, con 95; CCOO, a continuación, 93 y CSI-CSIF, 54.
No podía ser de otra manera. Cuando se conocieron los hechos en torno al proceso electoral y se destapó el chanchullo, los electores de la sanidad pública valenciana se echaron las manos a la cabeza.
El 28 de julio del pasado año los cuatro sindicatos mayoritarios, clandestinamente, sin publicidad ni conocimiento de otros, pactaron un Acuerdo por el que se auto-adjudicaban un liberado sindical por cada Departamento para preparar a lo largo de cuatro meses (septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2006) todo el proceso electoral.
El acuerdo clandestino recibió, a continuación, el visto bueno y el compromiso de la Consellería de Sanidad a través de la firma del Director General de Recursos Humanos.
A cambio, paz social y compromiso de no impugnar los resultados ni el proceso electoral en su conjunto.
Para acabar de redondear la tropelía el DOCV pública el 18 de octubre de 2006 la Orden de 25 de septiembre del mismo año (“por la que se fijan criterios y se establecen las normas que han de regular el proceso de elecciones a órganos de representación del personal al servicio de la Agencia Valenciana de Salud y de las Instituciones Sanitarias dependientes de la Consellería de Sanidad”) cuyo artículo 6 letra a), con independencia y olvido del Pacto Clandestino de 28 de julio, concede, además, “permiso de jornada completa a un representante por sindicato promotor de elecciones y por provincia desde su fecha de Constitución hasta que finalice la actuación de las mesas con la resolución de las eventuales reclamaciones contra los resultados públicos”.
Dicho de otra forma, en “román paladino”: la administración sanitaria regala a los cuatro sindicatos privilegiados aproximadamente de 110 a 115 millones de pesetas para montar el belén electoral quedándose con el portal, el niño Jesús, la Virgen, San José, el burro, la vaca, los reyes, la posada y las casas, el río, la estrella, el ángel, los pastorcillos, el pozo, los animales, Herodes y la guardia pretoriana.
Los demás sindicatos, a mirar.
Y como era de prever “los cuatro en raya” (CEMSATSE, UGT, CCOO y CSI-CSIF).
El Sindicato Independiente C.V. no ha quedado demasiado contento, sobre todo cuando el mismo día de la votación se hizo pública el atentado contra la libertad sindical de los minoritarios.
S.I. ha impugnado todos los procesos electorales de Castellón (3), Alicante (8) y Valencia (9) vía laudo y ha presentado, con fecha 26 de diciembre, ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, una demanda impetrando tutela de la libertad sindical y la indemnización correspondiente (lucro cesante y daño emergente) como consecuencia de la abuso cometido –de consuno- por la Administración y los cuatro sindicatos “mayoritarios”.
Así, cualquiera.
Fermín Palacios Cortés