UN GOBIERNO DE DELINCUENTES (PRESUNTOS, CLARO)
Que De Juana Chaos se encuentre hoy en el pináculo de la gloria y sea elevado a los altares de las Vascongadas en vida se lo debemos a la mente privilegiada de Rodríguez Zapatero, abreviadamente y con más propiedad, Z-eta-Pé.
Jamás en la historia de la democracia de este país, que es España, se cometió villanía más sangrante ni se escupió de forma más sañuda contra los cuerpos enterrados de novecientos asesinados por la banda terrorista ETA.
Jamás, desde la propia presidencia del Gobierno, se escarneció de forma tan inicua a un colectivo que debía gozar de la tutela, el respeto y la admiración de toda la sociedad española ya que sus allegados dieron la vida por el Estado de Derecho: las victimas de los terroristas.
No se pueden hacer demasiadas elucubraciones ni intentar averiguar qué ocurre en las tortuosas circunvoluciones del Presidente de Gobierno de los otros (mío no lo es). De un Presidente salido de las armas de los trenes de Atocha y de la jornada aciaga del día 13 de marzo de 2004, día en que la democracia fue asesinada con premeditación, alevosía y Rubalcaba.
Cada momento que pasa se ve más clara “la conspiración” de los moritos en colaboración con los “etarras” y los sumideros policiales más abyectos a la vera socialista.
Ilegal. Ilícito. Inmoral. Un gobierno conchabado con la delincuencia del terror y a quien tanto debe.
El Código Penal vigente habla de colaboración con banda armada. Si la decisión de mandar a De Juana a su pueblo para que cohabite alegremente con la novia ante la regocijada mirada de la policía vasca es del Gobierno, el Gobierno es culpable. Si es ocurrencia de Z-eta-Pé, Zapatero es culpable.
Banda de delincuentes. Dicho sea en términos de estricta defensa, sin ánimo de injuriar y al amparo de la libertad expresión.
Confío que no me aplique Z-eta-Pé la pena de muerte: él querría.
Fermín Palacios Cortés
Secretario General S.I.-C.V.T