COLLAS Y CAMBÁS
Cómo era previsible –toda política, relacionada con Caldera Capitán, está llamada al más estrepitoso fracaso- media Bolivia ha intentado llegar a España por casi todos los medios posibles (mar y aire) al haberse exigido el visado, además de otros documentos, con fecha efectos 1 de abril de 2007. El “efecto Llamada” ha cubierto con creces sus objetivos. Jamás hubo tanto turismo en la línea Bolivia- España.
Los bolivianos se estructuran sociológicamente en dos grandes bloques: los collas (indígenas, campesinos, cocaleros que hablan el aymará, votantes de Evo Morales y que ansían una imaginaria revolución social- nacionalsindicalista) y los cambás (habitantes de ciudades, cruceños, más civilizados, dolientes del estado de su Estado, hispano hablantes que abominan de Evo Morales y de su retrosocialismo).
Los otros –más que los unos-, nos han llegado a miles en busca de un edén que allá- al otro lado del mar- no existe. Es justo a la inversa que cuando Colón y otros osados fueron en busca de “El Dorado”.
Y cada vez hay menos trabajo para ellos. Y cada vez se encuentran más con el empleo sumergido, sin seguridad social, sin salarios dignos, sin vivienda adecuada.
Sólo los ojos de los puentes les ven. Sólo el cauce de nuestro río les acoge.
Los collas, socialistas, cocaleros, seguidores de Evo Morales, no tienen donde caerse muertos.
Los cambás vienen a miles en busca de un mundo mejor y huyendo de Evo. Del pasado y la pobreza.
¡Ayudémosles!.
Fermín Palacios