1º DE MAYO: CONTRA LA CORRUPCIÓN
Se cumplen hoy treinta años del restablecimiento de la Libertad Sindical en España. Al amparo de la Ley 19/77, de 1 de abril, de la Jefatura del Estado, se reguló el derecho de asociación sindical y el 2 de mayo tuvieron acceso al Registro Público los Estatutos de las organizaciones sindicales más importantes cuyo funcionamiento, clandestino, era conocido en los ambientes laborales: CCOO, UGT, CNT, SU, CSUT, y tantas otras…
Desde aquellas fechas se han celebrado treinta jornadas del Primero de Mayo sin que ninguna haya servido para hacer autocrítica y exigir en el sindicalismo el grado de ética y responsabilidad que le corresponde. En treinta ocasiones la clase trabajadora ha salido a la calle sin que la transparencia, la dación de cuentas y el respeto a la Ley hayan sido motivo de las jornadas.
A lo largo de estos treinta últimos años los sindicatos mayoritarios –confirmados de manera espúrea por mandato de la política- han impedido el imperio de la libertad.
Treinta años de secuestro de la libertad sindical y de obstáculos a la aparición de una nueva corriente con manos limpias.
La corrupción ha sido el fin del sindicalismo. Su objetivo y su práctica diaria. Las cooperativas de viviendas, las compañías de seguros, las agencias de viaje, las empresas desarrolladas al amparo de siglas sindicales, el fraude de la formación ocupacional y continua…
IGS- PSV, UNIAL, TULSA y tantas otras empresas más, jalones de fraudes a los trabajadores, fracasadas en su intento de creación de servicios y que sólo sirvieron para engordar patrimonios de sindicalistas avispados y carentes de perjuicios.
Millones de euros con cargo al erario público que hubieran supuesto la disolución y quiebra de los entramados sindicales organizados en torno a la política y que hicieron de la comisión de delitos oficio rentable.
Expedientes de regulación de empleo saldados con prejubilaciones innecesarias y contrarias al espíritu de la Unión Europea y del buen funcionamiento de la Caja de la Seguridad Social y de las futuras pensiones.
GESTOLASA, VITALIA, entidades que se desarrollaron desde 1993 al amparo de un sindicalismo errático y viciado en el entorno de las comisiones, corretajes y participaciones.
Convenios colectivos saldados con “cánones de negociación” absolutamente prohibidos por Ley y que esquilmaban los bolsillos de los trabajadores que, además, abominaban de las condiciones pactadas por los mayoritarios, las más de las veces en su perjuicio.
Ubaldo Nieto, Presidente del Tribunal de Cuentas, testigo directo de la delincuencia organizada en torno a la formación, combatida por el de manera persistente.
Treinta años dedicados por los sindicatos mayoritarios a sobrevivir, bien mediante los trabajadores, las diversas administraciones públicas o, incluso, los empresarios, en intrincadas negociaciones en paradores, hoteles de lujo y restaurantes de muchos tenedores.
Hoy, Primero de Mayo, es la hora en que los sindicatos mayoritarios tienen la oportunidad histórica de pedir perdón.
Amén.
Fermín Palacios Cortés
Secretario General
S.I.-C.V.T.