30 AÑOS DE CORRUPCIÓN SINDICAL
Este Primero de Mayo de 2007 conmemoramos el treinta aniversario de la instauración de la Libertad Sindical en España, desaparecida en 1940 con la Ley de Unidad Sindical.
La Ley de 1 de abril de 1977 nº 19 de la Jefatura del Estado que reguló el derecho de Asociación Sindical y el Real-Decreto Ley 31/77 de 2 de junio sobre extinción de la Sindicación Obligatoria permitió la aparición -a la luz pública- de centenares de organizaciones sindicales.
Las históricas UGT y CNT; las clandestinas CCOO, SU, CSUT, USO…; las de nuevo año CSO, CDT o CTI ... El Registro recogió a todas.
Y con las decisiones políticas, empresariales e internacionales el espacio sindical se cerró a dos bandas con la organización sociopolítica y la socialista.
La transición tuvo un costo crecido: la desaparición de la tercera vía sindical fundamentada en el humanismo y el apartidismo.
En la Comunidad Valenciana la CS de CCOO, con un 41,81%, ostenta la primacía electoral; UGT, con el 40´44%, va a rebufo, con 450 representantes menos.
A continuación, S.I., con 1.200 delegados intenta ser el notario de la realidad sindical y el referente de la tercera vía. Su magro 3,62% no le permite más.
Pero la realidad, triste, apunta otras circunstancias: la corrupción continuada de los mayoritarios que, en su afán de perpetuarse, repiten esquemas políticos.
150 millones de euros, coste del delito continuado de apropiación indebida por las cooperativas de viviendas UGT, PSV-IGS, fueron regaladas al sindicato socialista vía I.C.O. por el Gobierno socialista.
El fraude de la Formación Continua (y la Ocupacional) mantiene en vilo a Ubaldo Nieto, Presidente del Tribunal de Cuentas, desde el año 1993, en que se cometieron las primeras irregularidades. UGT, en nuestra Comunidad, fue paradigma de ello.
Los “fiascos” de UNIAL, en seguros, y de TULSA, en viajes, alejaron, aún más si cabe, a los trabajadores de sus organizaciones.
Y en el día a día las corruptelas en la negociación de convenios (imponiendo el “canon sindical” ilícito a los trabajadores contra su voluntad); en la negociación de movilidades geográficas o funcionales; en el establecimiento de prejubilaciones indebidas (con cobro de ayudas estatales y comunitarias) arrojando a trabajadores en edad de prestar sus servicios al desempleo y a la inoperancia.
Sindicatos que cobran por todo y que no justifican nada. Que cometen faltas y delitos y que no desaparecen por concurso de acreedores ni quiebra, como otras mercantiles.
Que tienen a sus espaldas a las Administraciones Públicas y a los Empresarios para justificar la paz social.
¿Hasta cuándo la corrupción?.
¿Cuándo pedirán perdón?.
Fermín Palacios Cortés
Secretario General del S.I.-C.V.T.