EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO
La verdad es que los valencianos destacamos, últimamente, por casi todo. Lo importante es estar en el mercado de la comunicación y que se hable de nosotros. Los recientes acontecimientos nos garantizan página impresa por largas temporadas.
Por si no bastara con Prada, la Copa del América, la Formula I, el Campeonato de Motociclismo de Cheste y los Parques Temáticos hoy tenemos que hablar, también, de los tránsfugas.
Los valencianos contamos con el primero y el último tránsfuga de la democracia.
Lo tenemos todo. No nos privamos de nada.
El primero de ellos, Francisco de Paula Burguera Escrivá, nacido en Sueca en 1928, jerarca del Vertical, elegido para el Parlamento Español en las listas de UCD en las legislativas del 77, tuvo el dudoso gusto de ser el primer tránsfuga de un partido político abandonanlo antes de finalizada la legislatura pero llevando sobre sus espaldas, al Grupo Mixto, el escaño, beneficiándose de sueldos, sinecuras, dietas y viáticos. Yo le voté y quede defraudado. Me estafó.
Joaquín Calomarde Gramage, nacido en Valencia en 1956, es también Diputado a Cortes por el PP. en Madrid. Ha protagonizado una triste historia con nocturnidad y alevosía y, como el otro tránsfuga, se ha ido al Grupo Mixto sin contemplar la elegante posición del dimisionario. Como el otro, se ha aprovechado de mi voto, y sigue cobrando de un escaño que no es suyo.
El primero y el último de los tránsfugas. Ambos escriben en “El País”.
Fermín Palacios