QUIEN SIEMBRA VIENTOS…
Los análisis políticos realizados después del 27 M son todos idénticos. Todos aciertan. Es la ventaja de interpretar los resultados una vez conocidos. No se necesita aventurar datos y hacer de arúspice, profeta o agorero.
A pesar de todo algunos se aferran a lo imposible; se aferran a Ferraz y a sus designios olvidando que en política -raro- aún existe la decencia, el decoro, la ética, virtudes escasamente practicadas por una clase política anhelada en el 68, de 1900.
Es espectacularmente revelador que los movimientos “salvem” no han servido para salvarles. Y, más grave todavía, pensar que los socialistas han alcanzado sus mejores resultados en las zonas más despobladas, más atávicas y más incultas de nuestra geografía; la España profunda, atrasada y cerril es el feudo –en la Comunidad- del socialismo montaraz.
No podía ser de otra manera. Los recientes resultados en Francia ó Bélgica (por ser los últimos) anticipan los de las próximas cercanas legislativas españolas.
La realidad es tozuda. La derecha (o el centroderecha como se acostumbra a decir) patrimonializa el progreso y viene a velocidad de Formula 1 mientras la izquierda ha quedado anulada en dar aire al abanico y no al revés.
El futuro de la izquierda no tiene futuro y, allende los Pirineos, el Partido Comunista, uno de sus integrantes, se apresta a vender su patrimonio antes del definitivo derribo. El viento sopla del revés.
Marx falleció hace años. Sus seguidores sobremueren y ni la batallita del abuelo se puede aguantar.
Fermín Palacios