Y AHORA CAMPS
La abundancia de votos cosechada por el PP en las elecciones autonómicas garantizan ocho años nuevos (no cuatro) de mayoría suficiente para poner en pie de paz una política social adecuada.
Es hora de que la derecha (o el centro derecha como gusta denominarse la mayoría absoluta valenciana) licencie sus complejos en el campo sindical y apueste, de manera clara, por una opción que, de manera deliberada, ha sido preterida y postergada sin razón alguna.
La CS de CCOO y UGT, en nuestra Comunidad, aportan un 82’25 % de la totalidad de los 33.161 representantes electos en las elecciones sindicales; lejos, el Sindicato Independiente que con 1.200 delegados suma un magro 3’61 % que se incrementa con el 2’06 % de la USO-CV y sus 732 representantes. Ambas organizaciones, de praxis sindical pareja y con principios reforzados desde 1977, superan el 5 % que, en el mundo político, se eleva como listón para acceder a las Cortes Valencianas.
La macroorganización “SI-USO” de la Comunidad Valenciana ha apostado por romper el bipartidismo tradicional de CCOO-UGT que tanto cuesta al erario valenciano y que distorsiona la realidad del mundo laboral, impidiendo el fortalecimiento de la “Tercera vía”.
El PP, a lo largo de tres legislaturas no ha tenido el valor de dar cumplimiento a la Sentencia del T.C. nº 98/85, de 29 de julio, que posibilita la aparición de una fuerza sindical representativa e institucional en las Comunidades Autónomas, al margen del 10 % ó 15 % requeridas en otros ámbitos.
Los casi 1.300.000 votos que han ido al PP tiene un componente laboral importantísimo que en modo alguno puede ser gestionado por los sindicatos socio- políticos (CCOO) o de inspiración socialista (UGT).
El humanismo que en las empresas valencianas representan USO y el Sindicato Independiente, coincidente en buena medida con el carácter humanista cristiano de un importante sector del Partido ganador de las elecciones autonómicas, no puede quedar en aguas de borrajas.
Es tiempo de reflexión.
Muchos sindicalistas que llevan décadas apostando por el futuro, ninguneados por los demás sindicatos, los partidos políticos sin excepción y la propia patronal, merecen también la satisfacción de que su largo trabajo no haya sido vano.
La justicia distributiva obliga a que el PP y sus dirigentes den la cara y olviden sus complejos.
La “tercera vía”, su desarrollo y fortalecimiento, son una necesidad y una obligación.
No valen ya disculpas: ¡Camps, Gerardo; Camps, Francisco!. ¡Los trabajadores valencianos que os han dado su voto exigen vuestra contraprestación !.
Fermín
Palacios Cortés.
Secretario
General S.I-C.V.
Valencia, 30 de mayo de 2007