HAY QUE BOTARLE
El error más grave que cometió Zapatero (y mira que los ha encadenado desde su acceso a la Moncloa) fue retirar las tropas de Irak entre la ironía poco fina del resto de los contingentes que estaban por la labor de acabar con la pacificación de aquel país. Nuestros soldados salieron sin plumas y cacareando, postura que poco decía de su condición aguerrida.
La retirada de las tropas representaba un acto de sumisión a las tesis pacifistas, sometimiento al terrorismo islamista y posición de hermanos de sangre con Al Qaida (los trenes de Atocha se llevaron por delante 192 cadáveres).
Suponía Zapatero (ha hecho lo mismo con ETA) que el pacto suscrito garantizaba a los españoles exención del terror y el comienzo de la Alianza de las Civilizaciones.
Sin embargo su plan –como el suscrito con los emisarios de ETA- ha fallado totalmente.
En el término de diez días, trece cadáveres han quedado en el camino. Seis soldados en el Líbano y siete paisanos en el Yemen.
Más de lo mismo.
Alimentar a la bestia como hace nuestro (el vuestro, mejor dicho) Presidente de Gobierno no sirve para exterminarla. Es justo lo contrario. A las pruebas, duras, me remito.
Al Qaida, como ETA, se ríe de los débiles, de los inmaduros y de los utópicos. La metralla no se combate con palabrería huera y declaraciones de principios.
Es lamentable pero el muerto ya está en el hoyo y el vivo sigue comiendo el bollo monclovita engordando sin fin.
Fermín Palacios Cortés