(LA) PRISA NO ES BUENA CONSEJERA
Si por algo se ha caracterizado la presentación como candidato de Mariano Rajoy, es por la aparición del miedo.
El domingo, dos diarios de tirada nacional, uno que se auto titula “El periódico global en español” y el otro que va dirigido exclusivamente a su público, ofrecían una peculiar interpretación del Acto celebrado en el Pabellón nº 5 de la Feria Muestrario de Valencia ante 15.000 personas que abarrotaban el recinto. Una interpretación que, dictada por el miedo, pavor diría yo, abominaban de Pitágoras y de cuanto tuviera algo que ver con la ciencia de la numerología.
En efecto: Carlos E. Cué, desde Valencia, daba cuenta, con la misma exactitud que la Ser con los terroristas destripados en los trenes de Atocha, de los “641 millones de euros, el doble de lo previsto” que costó el alquiler de las instalaciones de la Feria para el acto de consagración de Mariano Rajoy.
Yo creo que ni Zapatero (Zeta para los amigos) pagaría esa suma (ciento seis mil millones seiscientas cincuenta y tres mil cuatrocientas veintiséis mil pesetas), aficionado como es al despilfarro total. Demasiadas pesetas destinadas a alquiler.
Con periodistas como Carlos no necesitamos ni televisión española ni público que lo lea o vea.
¡Y, qué decir de Mª Jesús Güemes o Luz Sanchos, que al llegar a los diez mil, y sin seguir a Jenofonte, pararon de contar.
Yo diría que el miedo, pavor mejor, cortocircuitó los dedos de la mano y olvidaron el 11, el 12, el 13, el 14 y el 15. Mil por supuesto.
Fermín Palacios Cortés