DE NUEVO: ETA NO MATA
Y son cinco si consideramos la situación prácticamente irreversible de Fernando Trapero “sin signos clínicos de actividad cerebral”. La estrategia de Z-eta hace aguas por todas las costuras desgarradas y por todos los tiros en la nuca.
Negociar “en ausencia de violencia”, mero eufemismo para engañar a la ciudadanía pensando que somos (ellos sí) bobos de baba.
Pero no. Pese a artículos de inmorales de reconocido prestigio (léase Francisco J. Laporta, a quien en una tómbola de feria le toco la cátedra de Filosofía del Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid) que tilda su propio artículo publicado el 23 de noviembre de 2007 en un diario globalizador madrileño de “desalmado”, las víctimas tienen voz y voto. Les queda –pese a los escribidores desalmados- la palabra. Y las manifestaciones. Y la dignidad. Quien debe ser excluido -por totalitario, por inmoral, por inhumano, por huérfano de ética y falto de estética- es Francisco J. Laporta, ludibrio y vergüenza de su profesión que debiera ser apartado de la cátedra que desejerce.
Enmascaramos con las palabras todo. Con ellas decimos lo mismo y lo contrario. Santiago González lo dejó escrito en su magistral “Palabra de Vasco. La Parla imprecisa del Soberanismo”. Espasa-Calpe 2004 (…”con mis mejores deseos para el futuro, la esperanza de que, más pronto que tarde, podamos releer estas páginas como una crónica de tiempos superados”… me escribió en su dedicatoria).
Pero aún no. (Francisco Brines lo sabe). Lamentablemente, el oxígeno facilitado por el Gobierno Z-eta, nos obliga a decirlo. Cinco veces, cinco. Eta no mata: asesina.
Fermín Palacios