VALENCIA, POR FIN, LLEGA AL MAR
Luis Guarner,
en “Valencia”. Tierra y alma de un país” recogía en la página 222 de la Edición
de 1974, publicada en Espasa Calpe SA, un párrafo escueto y contundente:
“Rodeando los linderos del Jardín del Real que la verja circuye, encontraremos,
en dirección al este, una amplia avenida moderna que, decididamente, se
encamina hacia el mar, al que llegará un día, cuando el proyecto urbanístico
logre realizar todo el trayecto de esta avenida que, hoy tan sólo es esperanza,
se llama ya Paseo de Valencia al Mar”.
Hoy,
por fin, su esperanza se transforma en realidad pese a los obstáculos que los
conservacionistas (PSPV, IU, Ecologistas de diverso plumaje, enrocados en los
llamados “Salvem”...izquierda extrema lindante con la extrema izquierda) han
puesto en el camino a la modernidad.
El
T.S. ha acertado con su sentencia desestimando el recurso de “Salvem El Cabanyal”y la
asociación de vecinos “Pavinsar”que, si son coherentes, deberán disolverse en
el olvido, tras la anterior sentencia, favorable también a los valencianos y
contra los conservacionistas, del TSJ de la Comunidad.
Desde
1888, en que la Avenida se proyecta y diez años después en que se aprueba, el
último tramo del Paseo de Valencia al Mar fue boicoteado sistemáticamente por
quienes apostaron por una Valencia provinciana, preterida y anclada en el
pasado. Hoy, con la denominación de Blasco Ibáñez, encara ya el futuro y avista
al Mar.
Los
resultados electorales de los últimos años avalan al Consistorio, a su alcaldesa
y al Presidente de los valencianos.
Los
que aún hacen fuego con pedernal han sido absorbidos por la Historia.
Fermín
Palacios Cortés