1º DE MAYO: EL AÑO DEL CONEJO
El Pacto del Silencio, mantenido por el Gobierno Zapatero antes de las últimas elecciones legislativas, le ha estallado en las manos. Lo que en principio no era –según el argumentario socialista- sino una desaceleración moderada (paliada por la buena posición de nuestro país en el contexto global), ha pasado de manera rápida de la segunda estadía (recesión) a la tercera y más peligrosa: crisis galopante.
Cómodamente instalados en el poder por otros casi cuatro años afloran las contradicciones y los desajustes. Ni Solbes (cuanta solvencia tirada a la basura), ni Sebastián, ni el equipo de “cerebros económicos”, pueden parar los números rojos que nos han traído.
La tasa de paro se sitúa en un 9’60% con 246.600 desempleados más en el primer trimestre del año subiendo un 12’7% sobre el del año anterior y erigiéndose en el mayor incremento de los 30 últimos años.
La construcción y servicios arrojan al desempleo a miles de trabajadores que se encontrarán con más de medio millón adicionales por la ralentización de la obra privada y pública ante los concursos de acreedores crecientes que se tramitan en los juzgados de lo mercantil.
El termómetro de la economía se manifiesta en el desplome de las ventas de automóviles como consecuencia, además, de las subidas espectaculares de gasolinas y gasóleos; la caída en un 60 % de las ventas de viviendas con lo que supone –además- los sectores derivados: equipamientos, textiles, muebles, electrodomésticos, instalaciones eléctricas frío-calor, etc. etc.…
La caída del sector del ocio: cines, discos y CDS, libros, turismo y hostelería… está a la orden del día con expulsión del mercado de trabajo de miles de inmigrantes que ven sus esperanzas frustradas y cada día más cerca el regreso a sus respectivos lugares de origen.
Nos encontramos con desconfianza exterior en el Equipo de Gobierno lo que supone la caída del comercio; debilidades bancarias a la hora de conceder préstamos hipotecarios, caros y largos, retención en el consumo y en el gasto privado…
Y frente a ello el Gobierno, desbordado, no ve más solución, ahora, que reconocer la que ya no sólo se avecina sino que las tenemos en plan “okupa”, desde seis meses atrás. Como respuesta, tan sólo el Real Decreto Ley 2/2008, de 21 de abril (“De medidas de impulso a la actividad económica”) que resulta un chiste ante el cúmulo de despropósitos oficiados por el Gobierno de España.
Y como si fuera la salvación de la crisis, al Ministro Solbes se le ocurre rebajar las previsiones de crecimiento económico a un 2’3 %, ocho décimas por debajo del inicial, cuatro meses atrás.
A un lado nosotros, los malos patriotas, que contemplamos la realidad como diariamente se desarrolla; a otra los utópicos, los que falsean la verdad, los datos y la ciencia de los números. Los del engaño.
Hemos entrado, de lleno, en el año del conejo. Y del control del aceite. Ni siquiera podremos comerlo al ajillo.
Un Primero de Mayo que nos hace girar los relojes de la historia al año 1929, en Wall Street.
Fermín Palacios