SE ACABÓ LO QUE SE DABA
Es lamentable pero tenemos lo que nos merecemos: lo que hemos votado mayoritariamente. Si no quieres crisis y sólo desaceleración, toma taza y media. Todo un mandato y lo que va del siguiente en la pura inacción (“dolce far niente”).
Un gobierno socialista anclado en el despotismo ilustrado y en el liberalismo montaraz más atroz. Un gobierno que no gobierna.
Una tasa de inflación que ya alcanza el 4’7 % muy por encima de la Europa a que pertenecemos; una tasa de paro ya en el 10 %; el euribor en el tipo más alto de los últimos quince años complicando hipotecas y préstamos; una destrucción de empleo a ritmo galopante; subida de la electricidad en un 9’3 % a lo largo de estos cinco meses y medio…
Un gobierno que se enemista con Francia, con Italia o con el Banco Central Europeo.
Y provocando a transportistas y pescadores ha logrado concitar esfuerzos en torno a la “huelga-lock out” de la inmensa mayoría de empresarios y autónomos que anuncian una situación de desabastecimiento propia de un país tercermundista.
El equipo económico gubernamental, cautivo y desarmado, afronta la crisis tirando balones fuera a la espera de la finalización del partido.
Las gasolineras, los supermercados, las grandes distribuidoras, las tiendas, las empresas grandes, pequeñas y medianas, camino del colapso por falta de género o materia prima.
Una “huelga-lock out” en una situación selvática, esperando que el Art. 28 de la Constitución se desarrolle.
Con un Gobierno que tan sólo ha sabido crear nuevos y más costosos organigramas en el ancho pesebre del Estado donde la incapacidad, el nepotismo y el partidismo brillan por su presencia.
Fermín Palacios