55 DÍAS EN PEKIN
Nicholas Ray dirigió, años ha, una excelente película que hemos visto en reiteradas ocasiones ya que ha sido repuesta en todas las televisiones del solar patrio.
La presencia de actores como Ava Gradner, David Niven, Charlton Heston y tantas otras estrellas de primera magnitud añadía un plus de interés a esta pequeña epopeya en que once delegaciones extranjeras de defienden, en la capital de China, sus intereses frente al coloso que, a finales del siglo XIX, comienza a rugir contra el colonialismo.
Los bóxers, organizados clandestinamente por el maquiavelo príncipe Tuan, comienzan la larga rebelión y el enfrentamiento con occidente.
55 días de angustia, de terror, de asaltos y, por último, de guerra abierta, no conseguirán hacer caer a los sitiados.
Sin embargo la realidad es bien diferente en Valencia: el PAVACE ha costado de todo menos sangre, sudor y lágrimas. Si nos atenemos a lo contado por Julia Brines en su crónica del pasado 13 de septiembre “La Pax del Pavace”, el acuerdo ha sido un paseo en barco sin piratas al acecho.
Se ha pagado la tasa (4.848 millones de euros) y aquí paz y allá gloria.
Luego una foto espectacular con el Palau abarrotado de afines y amedios y las sonrisas de los agentes sociales que, como su nombre indica, serán agentes conductores del pacto.
55 reuniones, con sus dietas respectivas, han servido para muñir la paz en tiempos de crisis.
Los sindicatos y la patronal, los bóxers y el Príncipe Tuan, han reescrito el guión de la película, han suavizado los términos y sabiendo que “China e Vicina”, y ya independiente, han pactado con las once fuerzas extranjeras (la Generalitat).
No ha habido derramamiento de sangre.
Fermín Palacios