¡TODOS A LA PREJUBILACIÓN!
El Pacto de Toledo sugería, para mantener la pervivencia del sistema, que la edad de jubilación no se anticipara al objeto de que hubiera cotizaciones adicionales y no masa pasiva.
Las previsiones del Pacto fueron corroboradas por los expertos europeos que solicitaban el progresivo endurecimiento de las condiciones para acceder a la jubilación. Los Ministros de Trabajo de la Unión Europea, de manera unánime, se han manifestado siempre en esta línea.
Se ha intentado, a través de la legislación más reciente, premiar el alargamiento de la actividad productiva con pensiones superiores al 100 % si se prolongaba la edad de jubilación.
Los sindicatos mayoritarios, en contra de lo razonable y en atención a personales intereses, han preferido recorrer el camino al revés retrocediendo cada vez más en las posibilidades de los trabajadores activos y sus expectativas de derecho a cobrar una pensión digna.
Por pedir, que no quede.
Algunos no saben, o saben poco, del por qué de las proclamas sindicales. El por qué se solicitan, en el sector de la cerámica de Castellón, 2.000 prejubilaciones correspondientes a mayores de 55 años tienen razones varias. El por qué se exige para revitalizar el sector de la madera, como medida más urgente, se prejubilen también los mayores de 55 años. La más importante es el lucro sindical.
Además de la indemnización que abona la empresa en el ERE, el Ministerio de Trabajo e Inmigración suscribe el convenio de mejora de la Seguridad Social hasta el cumplimiento de los 61 años y la Dirección General de Trabajo, de la Generalitat, financia con hasta 20.000 € cada prejubilable.
Luego los sindicatos mayoritarios traen a VITALIA, UNICONSULT o GESTOLASA que les pagan el impuesto revolucionario con el que se financian.
Fermín Palacios