LA CUARTA TRANSFORMACIÓN
Cualquier ciudadano de a pie es capaz de reconocerlo. Mucho más si es arquitecto o tiene algo que ver con el diseño urbanístico. Una ciudad, la nuestra, por ejemplo, sufre enormes transformaciones cuando las grandes infraestructuras toman por asalto las superficies y los subterráneos de las áreas metropolitanas.
Valencia ha experimentado tres grandes cambios en su aspecto urbanístico.
En los dos últimos siglos y tomando como referencia el año 1804, con la aparición de la máquina de vapor, hay tres hitos fundamentales que avalan lo dicho. Poco antes de la Guerra de la Independencia contra Bonaparte la ciudad tiene una población de 100.000 habitantes y ninguna infraestructura ferroviaria.
1852, con 130.000 personas, ve la inauguración de la línea férrea que enlaza la plaza del Ayuntamiento con el Grao rompiendo el aislamiento que las murallas imponían a los vecinos de Valencia.
El segundo hito tendrá lugar en 1917, con 240.000 habitantes, y la aparición de la actual Estación del Norte. La ciudad, rotas los límites de las antiguas murallas, se rediseña en la zona de los ensanches y con el modernismo más cosmopolita.
1957, “La Riada”, nos trae el Plan Sur, una enorme expansión urbana que nos llevará del medio millón de urbanitas a los 800.000 de hoy con soluciones urbanísticas grandiosas.
“Valencia Parque Central”, proyecto en plena ejecución, es el cuarto momento de la transformación de nuestra ciudad. Soterramiento de vías, llegada del AVE, creación de estaciones de cercanías en S. Isidro, Aragón, Universidad y el rediseño de la Estación Central, el Parque Central y, fundamentalmente, la inversión de 1.000 millones de euros.
La colaboración del Gobierno de España, la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia son vitales para que 2014 haga realidad total la cuarta transformación.
Así, si.