AIR NOSTRUM LAM, S.A.: NEGOCIACIÓN COMPLICADA
El Consejero Delegado de la compañía aérea valenciana, líder en vuelos regionales, hizo pública días atrás la necesidad de aligerar una plantilla con 2.250 empleados.
Los trabajadores afectados serían 589 correspondientes a todas las categorías profesionales: pilotos, TCP´s, oficinas, mecánicos y handling.
De los datos facilitados por D. Carlos Bertomeu podrían desprenderse dos cuestiones fundamentales: la presentación de un ERE de acuerdo con el Art. 51 del Estatuto de los Trabajadores y la simultánea negociación de una modificación substancial de las condiciones de trabajo para los empleados de la compañía que no vieran extinguidos sus contratos. Dicha modificación se resolvería por la vía del Art. 41 del Estatuto.
En esta circunstancia, comienzan los problemas. La representación de los trabajadores existente en "Air Nostrum" está integrada por 44 personas, entre delegados de personal y miembros de comité de empresa. Veintiuno de ellos pertenecen a la coalición USO - ATMA; 13 corresponden a UGT; 8 al Sindicato Independiente y 1 a la organización ASETMA.
Curiosamente los pilotos, con un número importante de empleados en el contexto de la total plantilla, no presentaron listas propias y su representación la ostentan USO, UGT y S.I.
La sección sindical del SEPLA (organización que aglutina históricamente a los pilotos), en la compañía, carece de miembros en los distintos comités y es, por tanto, una entidad irrelevante a efectos jurídicos a la hora de negociar ERE´s o modificaciones de condiciones de trabajo.
Si embargo, el representante del SEPLA en "Air Nostrum", ha hecho declaraciones que podrían sintetizarse de la siguiente manera: los pilotos negociarían sus condiciones de despido y permanencia a través de la sección sindical y al margen del Comité. No habrá ERE y sí despidos pactados u objetivos.
Y ese es uno de los problemas ¿Cómo articular la representación de todos los empleados de la compañía con respeto a la legalidad?
¿Por qué el SEPLA no quiso presentarse a las elecciones sindicales? ¿Qué decisión adoptará el legítimo órgano unitario de representación, el Comité de Empresa? ¿Y la Compañía?
Por otro lado: ¿Presentará "AIR NOSTRUM" el ERE correspondiente en la Dirección General de Trabajo, Cooperativismo y Economía Social? Abrirá también el periodo de consultas para la modificación substancial de las condiciones de trabajo?
¿Serán negociaciones abiertas o, por el contrario, los pasillos y la clandestinidad serán patrimonio de algún colectivo?
Y a todo esto: ¿ las medidas pensadas por la empresa serán las adecuadas para la viabilidad de la misma?
Nos encontramos con un expediente inédito en las relaciones laborales de nuestro país que habrá que resolver con imaginación y flexibilidad para intentar que, si es preciso que alguien se vaya, lo haga en las mejores condiciones que, al tiempo, permitan el resto de plantilla ver con optimismo el hoy complicado futuro.
La buena fe de ambas partes, que no solo se presume, deben sortear estos espinosos interrogantes.
Fermín Palacios