NUCLEARES ¡YA!
La llamada de Zapatero a cerrar Garoña ha levantado en pie a toda la población burgalesa del entorno. Miles, sí, miles de vecinos han manifestado su contrariedad por una decisión que amenaza con transformar en un erial el entorno de la central nuclear y no precisamente por los efectos negativos que los ideólogos del PSOE atribuyen a este tipo de energía.
Es de todos conocido el dicho clásico de "cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar". El diccionario de Luis Junceda que, editado por Espasa, con prólogo de Gonzalo Torrente Ballester, comenta más de 2.500 refranes, "dice que a la vista de los males ajenos, lo juicioso es tomar las medidas necesarias para evitar el riesgo de padecer el mismo daño".
Y los valencianos del Valle de Cofrentes se han puesto a ello. La práctica totalidad de las poblaciones del entorno, con la excepcional excepción de D. Adelo Montes Diana (PSPV), de quien sólo se sabe que no está y no se le espera.
La energía nuclear -por más que el paleo-programa político del PSOE la rechace- en estos tiempos de crisis es más necesaria que nunca.
El Foro Nuclear propone, de aquí a 2030, el montaje de diez nuevas centrales con una inversión pública de 19.700 millones, a euro constante de 2007, creación de varios miles de puestos de trabajo, un incremento del 3% del PIB y una reducción importantísima de emisiones que nos permitan acercarnos al cumplimiento de Kyoto.
Cuatro millones doscientos cincuenta mil desempleados esperan su puesta en marcha.
Fermín Palacios