PANEM ET CIRCENSES
Juvenal utilizó estas palabras para dirigirse a sus contemporáneos romanos denunciando el clima de acomodo, decadencia y entreguismo de quienes tan solo exigían comida y espectáculos. Los máximos responsables de la caída del imperio - sus emperadores - se encargaban de adormecer al pueblo y distraerle de sus problemas con el circo, esclavos, cristianos y fieras.
Dos milenios después nos encontramos en el mismo punto de arranque y con el mismo "agi-prop" de antaño: el señor de las bestias (Zapatero), en su circo particular, ha encerrado a los empresarios para que sean pasto de las fieras.
Desde la otra orilla tengo que decir bien claro y alto que mientras en España no se considere como título de honor y mérito la condición empresarial difícilmente saldremos de una crisis cuya única responsabilidad es del Gobierno y de su máximo representante: Zapatero.
Mientras ser empresario sea algo heroico que obligue a estos seres marginados a ir con las solapas de la gabardina levantadas; mientras sean objeto de befa, escarnio y persecución; mientras los ministros del ramo lleven a ramos de maldecir sus fobias de australopitecos o de pitecántropos poco erectos, nuestra Economía no tendrá arreglo.
Hace unos meses, en un programa de televisión donde se premiaba la mejor cena de entre cuatro, la presencia de una participante con la profesión de "liberada sindical" fue aplaudida a rabiar.
A los empresarios los echan a los leones. Así nos va.
Fermín Palacios