AUTENTICO DISLATE
Como dice algún titular en los periódicos del 22 del corriente "El Gobierno dilapida en un día 300 años de lucha por Gibraltar". Y así es.
Sin consenso previo, sin consulta con el principal partido de la oposición, sin atenerse a los más elementales principios de prudencia en política exterior, el Ministro Moratinos, siguiendo las instrucciones del Presidente Zapatero, ha tenido una nueva "ocurrencia", en este caso, sobre el histórico contencioso que desde 1713 tenemos con el Reino Unido en el tema de Gibraltar.
A lo largo de casi trescientos años, fuere cual fuere el Gobierno que se encontrara en el ejercicio del poder, "Gibraltar español" ha sido el grito unánime que ha concitado la confluencia y la piña de todos los españoles en torno a nuestra más antigua reivindicación.
Durante casi trescientos años la diplomacia española - con cualquier gobierno a su frente - ha reivindicado el expolio del Peñón y la incorporación a la nación de la que forma parte.
Y en eso llegó Zapatero.
Una línea de comportamiento político no quebrado a lo largo de tres siglos se va al garete por obra y gracia del "negociador de la Moncloa" que en un alarde - como siempre - de inocencia arcangélica cifra todo en el talante, en la cooperación y en la negociación.
Como con todo. Y así nos va al sufrido paisanaje que no tenemos otra opción que soportarle hasta las legislativas venideras.
Milimétricamente ha copiado su comportamiento con el terrorismo etarra. Con las diferencias evidentes que las dos actuaciones (Peñón, ETA) comportan.
Más de lo mismo. Diálogo, diálogo y diálogo. De sordos, por supuesto. Si con los terroristas fracasó estrepitosamente y su intento de dejar mal a Suárez, González y Aznar quedó valdío, con Caruana y con Milibaud ocurre tres cuartos de lo mismo: Zapatero tiene por costumbre meterse en lodazales pegajosos de donde es imposible salir.
Nunca tuvimos un dirigente político tan vacuo, tan inane, tan vacío de ideas y de acción. Difícilmente ocupará tres lineas en la Historia de España.
Y, mientras, no nos quedará otra alternativa que seguir gritando "Gibraltar Español". Con la apertura de la verja por parte del valenciano Mariano Baquedano en el lejano 1982 no se consiguió gran cosa. Con el desatino actual hemos retrocedido hasta Atapuerca.
O más.
Fermín Palacios Cortés