FUERA DE CONTEXTO
Que la Fiscalía Anticorrupción debe fiscalizarse a sí misma no admite duda alguna. En las películas americanas suele haber -para evitar policías corruptos- un "grupo de asuntos internos" que se encarga de controlar al controlador.
Con el tema de la trama Gürtel hay todavía mucha tela que cortar. Y cada día la tijera apunta en la misma dirección: el comportamiento avieso de la Fiscalía y del principal Juez instructor, trufados ambos de sectarismo, prejuicio inquisitorial y animosidad manifiesta.
Cada día aparece más clara la politización de la justicia a favor del poder. Ocurre como pasaba en el País Vasco no hace demasiado tiempo: los guardaespaldas para protegerles del terror eran patrimonio de los partidos en la oposición.
Fiscales de jara y sedal, jueces de caza y captura y policías de cloaca y fondos de reptiles aunados en el interior de la trama y coordinados por quienes quieren destrozar a la oposición sin ponerles siquiera guardaespaldas.
La negación del estado de derecho a manos de sinvergüenzas que se dedican a cortar y pegar buscando el arlequín de la mentira que sonrojaría a cualquier sastrecillo valiente que quisiera ser honrado.
Y en el colmo de la desfachatez "anticorrupción" replicando que la frase y las declaraciones y las conversaciones que exculpan al presunto inocente "están sacadas del contexto".
Se trata de amañar conversaciones, de "contextualizarlas" para que incriminen al presunto y borrar cualquier vestigio de inocencia.
Graham Green ya lo dejó escrito: "El revés de la trama".
Fermín Palacios