NOS SOBRAN LOS MOTIVOS
Allá por el año 2000 el cantautor Joaquín Sabina se echó a la carretera en una serie de conciertos (Logroño y Madrid quedaron como imperecederos) que luego fueron recogidos en un doble CD con antiguas y nuevas canciones y el nombre que da título a este artículo.
En aquel año "España iba bien". La Economía y la economía funcionaban a pleno rendimiento y presumíamos de nuestra posible inclusión en el G8. Luego vendría Zapatero subido a los trenes de Atocha y el desmoronamiento de la España necesaria que formuló muchos años atrás el hermano de "Mafo".
Y, hoy, con estos pelos. Los últimos en la Unión Europea dándonos codazos con Grecia y Portugal. Apostando sobre seguro cuando hablamos de los cinco millones de parados. De un gobierno que nos arrojaba a las tinieblas exteriores y al inframundo de las finanzas y de la historia.
Tan calamitosa es nuestra situación que el Rey y yo junto con muchos más apostamos por la reedición actualizada de los Pactos de la Moncloa que en 1978 consiguieron enderezar una España adolescente camino de la nada, hundida posteriormente (93, 94, 95) por las huestes de Zapatero.
Los Pactos de la Moncloa no contaron (¿para qué?) con los sindicatos. Si con todos los partidos políticos.
Hoy, como ayer, habrá que hacer encajes de bolillos para sacar a España del "estado de desecho" en que nos ha sumido el Partido Socialista.
Debemos ser generosos. Solos no saben hacer otra cosa que llevarnos a la miseria.
Obviamente han colaborado -de manera activa para alcanzar este estado de postración- los "mayoritarios" CCOO y UGT que ocupan (como la energía) todo.
Son responsables, con el PSOE, de la emergencia nacional en que nos encontramos.
Es necesario que el mapa sindical cambie. Lo que es necesario termina por hacerse. Ya.
La USO-CV y el Sindicato Independiente se han puesto a trabajar en ello.
De momento 2.053 representantes sindicales (un 5'73% de los electos en la Comunidad) apuestan por otra vía sindical: la tercera.
La que no está contaminada por el "pesebre", la coacción, la complacencia y la burocracia. La "tercera vía".
El Sindicato Independiente y la USO, en la Comunidad Valenciana, apuestan por un modelo sindical distinto.
Falta una decisión política: que el listón representativo lo baje el Gobierno Valenciano en su Ley de representación institucional al 5 %. Sin complejos.
Falta una decisión empresarial: que pierdan el miedo a los mayoritarios y a si mismos y no apuesten -como hasta ahora- por modelos periclitados.
La paz social, caso contrario, será muy costosa y sin garantía alguna.
Nos sobran los motivos.
Fermín Palacios