NUNCA ES TARDE
A pesar de los 4.326.500 desempleados, según la Encuesta de Población Activa (EPA); a pesar de la que está cayendo (últimos en todo, salvo en la desocupación); a pesar del aprecio que nuestro Presidente monclovita concita en el exterior; a pesar de las encuestas -que cada día se aproximan más a la realidad- y de la opinión generalizada de la sociedad española, a Zapatero sólo se les ocurre mencionar la conjuración judeo masónica de todo el mundo contra él como justificación al estado de emergencia nacional en que nos ha metido
La propia "tercera de la saga" -Leyre Pajin- reconoce que la situación por la que atravesamos sólo es comparable a la de 1993 (también -¡oh casualidad!- con Gobierno del PSOE) y que de aquella salimos. No dice, sin embargo, que fue con los sucesivos gobiernos del denostado Aznar, a la cabeza.
Nos señala, pues, el camino a seguir: elecciones anticipadas.
Y, mientras, el pasado nos ofrece fórmulas que fueron eficaces: en 1977, entre los días 8 y 27 de octubre, todos los partidos del Arco Parlamentario se concentraron para ofrecer "Los Pactos de la Moncloa", acuerdos que contemplaban aspectos económicos y políticos referentes a la política presupuestaría, Seguridad Social, política monetaria, precios y salarios y empleo y se fijaban políticas de saneamiento, reformas fiscales, control de gasto público, política educativa, urbanismo, suelo y vivienda, energía, etc. etc.
Sin los sindicatos. Con los partidos políticos en exclusiva.
Nunca es tarde, si la dicha es buena.
Fermín Palacios