TARDE Y MAL
El Fondo de Garantía Salarial abona a los trabajadores -en caso de insolvencia de sus empresas, concurso de acreedores o convenio de retorno- las cantidades que les adeudan en concepto de indemnización por despido o reclamaciones por salarios pendientes o finiquito.
La Comunidad Valenciana es una de las más beneficiadas por esta institución -entidad autónoma del Ministerio de Trabajo e Inmigración- ya que en los dos primeros meses de este año han desembolsado la friolera de 29'3 millones de euros.
El FGS ha abonado en enero y febrero de 2010, para toda España, 161,1 millones de euros, con un incremento del 138 % sobre los 67,8 millones que pagó en los mismos meses del año anterior.
Tan sólo Cataluña supera a Valencia: 38,2 millones de euros frente a los 29'3 millones de nuestra Autonomía.
Quiere decir que los catalanes se encuentran bastante peor todavía que nosotros, los valencianos. No hay que olvidar que los pagos del FGS son directamente proporcionales al índice de desempleo y a la población de cada Comunidad.
Otro tema -directamente relacionado con el anterior- es la diligencia en resolver los expedientes e intentar que los beneficiarios de la prestación vean resarcidos sus derechos a la mayor brevedad posible.
Ni Zapatero, ni Corbacho, ni Ricardo Peralta (vicario del gobierno en esta tierra) se caracterizan por su rapidez. Parecen, más bien, miembros del Tribunal Constitucional en cuanto a la adopción de resoluciones. Son tan vagos como éstos.
Hace aproximadamente un año el FGS, una vez presentada la documentación por parte de los afectados, tardaba dos meses en poner el dinero en manos de los trabajadores.
Hoy, lamentablemente, en Valencia la gestión del Fondo tarda ya diez meses y, a medida que avanzamos en el tiempo, retrocedemos en los pagos.
Recientemente hubo una concentración en Ángel Guimerá 33, de Valencia (sede del FGS) donde el Sindicato Independiente CV y USO de la Comunidad Valenciana, de consuno, reclamaban agilidad en los pagos y dotación de personal para esta institución.
Pero, ya se sabe, con el Gobierno Zapatero, "que si quieres arroz, Catalina".
Fermín Palacios