LA ESTELADA: SEÑAS DE IDENTIDAD
La manifestación de Barcelona contra la sentencia del T.C y en reclamación de la independencia para la "nación catalana" congregó no menos de 64.400 personas
-según datos facilitados pro la empresa Lynce, servidos a través de la Agencia Efe- en un acto plagado de banderas esteladas y donde el Presidente de la Generalitat de Cataluña fue acosado, maltratado y aislado de la Comunidad cuya representación aún ostenta.
El grupo de los 64.400 apostaba por el "adiós, España" y había tomado partido por Holanda en la final de la copa del Mundo. Perdieron en toda línea.
La rojigualda, en el que se encuentra un numeroso grupo de futbolistas que nos deleitan con su juego en el club (algo más que) Barcelona (el mejor del mundo a fecha de hoy), ha pasado como una apisonadora sobre los tulipanes de los Países Bajos, que más bajo no han podido caer, con su juego sucio y terrorífico que ha podido costar daños irreparables a alguno de los nuestros.
Los 64.400 apoyos que tenía Holanda en tierras catalanas no han podido ahogar los 44 millones de voces que han clamado por España en casas particulares, terrazas de verano, cafeterías y bares, pantallas gigantes, paseos y recintos públicos que han clamado por igual en las 17 autonomías, Ceuta y Melilla.
Campeones del Mundo.
Y, al final, cambiada la camiseta azul por la rojigualda, hemos constatado la realidad: la única camiseta estelada válida es la de la Selección Española, campeona del mundo, como Brasil, Italia, Alemania, Argentina, Uruguay, Francia e Inglaterra.
Nuestra estrella de campeones del mundo se une a la de las otras naciones, también esteladas, desde el año 1934 hasta la fecha.
Y, mientras, curiosamente, el Club de Fútbol Barcelona está integrado por un puñado de nacionalidades, la última de las cuales, española, la conforma el asturiano Villa, junto a otros europeos, africanos y americanos.
Las señas de identidad no las inventan 64.400 personas y un triángulo azul con estrellas. Las señas de identidad las recrean 44 millones de personas en torno a un proyecto común y con la cooperación de todas las tierras en plano de igualdad.
La patada en el pecho que 64.400 personas, de manera ilegal, ilícita e inmoral, dieron a Xavi Alonso, a través de la acémila que es el holandés De Jong, no han sido suficientes para dejar fuera a España.
La realidad popular supera, en mucho, a las quimeras de algunos políticos que, todavía, constituyen nuestro tercer problema, según el C.I.S.
Fermín Palacios