MARCAR GOLES CON LA LENGUA
El futbol es un deporte antiguo. Algunos creen que sus antecedentes hay que buscarlos en la época griega con el "episkyros", unos cuatrocientos años antes de Cristo; en Roma el juego pasó a llamarse "harpastum"; en la América de la Conquista ya daba cuenta el jesuita español José Manuel Peramás, en las Reducciones correspondientes a la zona guaraní, de un juego que se practicaba con una pelota y los pies.
En su versión contemporánea hay que esperar a 1863 para adecuar reglas y contenidos para este deporte tan del gusto de los colegiales universitarios ingleses. El 26 de octubre de 1863 se escribió el consenso diferenciando el futbol del rugby.
El 21 de mayo de 1904 se creó la FIFA con las asociaciones de Bélgica, España (y el Madrid F.C. que aún no era Real), Dinamarca, Francia, Países Bajos, Suecia y Suiza y autoexclusión de las 4 asociaciones del Reino Unido que iban por libre.
Desde entonces a hoy la evolución del futbol es conocida. En España Mariano de Cavia propone se denomine a este deporte, en 1908, "balompié", por obvias razones. Aún hoy, en Sevilla, existe un equipo que adopta el nombre de "Betis Balompié" heredero del anterior "Sevilla Balompié" de septiembre de aquel año. ¡Si las respectivas aficiones andaluzas lo supieran!
Los motivos del nombre eran evidentes: balón y pie. Ahí queda perfectamente definido el juego y sus mínimas reglas.
Se han marcado goles de todas las formas y estilos: de cabeza, de rodilla, de pierna, de pie, de pecho, de cuello, de culo, del derecho, del revés, de chilena, de rabona, a la remanguillé... Muchos, incluso se han marcado de casualidad.
Otros han sido de córner, de bote y con rebote, de falta y con falta.
No es legal marcar goles con la mano o el brazo, a menos que te llames Maradona y seas un dios (de la antigua Roma o Grecia) a quien todo se le permite. Para la Historia quedó el ejecutado ante Inglaterra, en 1986, en los cuartos de final de la Copa del Mundo, utilizando el único miembro prohibido: la mano. Pero como era "la mano de Dios" se dio el tanto por bueno.
Algunos comentaristas deportivos han señalado a Maradona como el mejor jugador de fútbol de la Historia. Yo creo que no. Para mí es mejor Messi: sus poderes le avalan. Sin desmerecer a Pelé o Di Stéfano cuyo juego en blanco y negro pudimos observar en televisión los años sesenta.
Messi es estratosférico. Inalcanzable. De hecho, tan solo el "Barça", que es más que un Club, pudo ofertarle 555 millones de euros. Para ser exactos, 555.237.619 euros por cuatro temporadas. José María Bartomeu, a la sazón presidente del Club, así lo hizo con inclusión de una cláusula realmente extraña con la idea de superar lo hecho por Maradona: no se trataba de marcar goles con la mano, no; había que marcarlos con la lengua.
Y así se ha pretendido. Gran innovación en el deporte del balón al pie: marcar goles con la lengua. ¡Bífida y catalana mejor!
Messi, no ha querido.